Que raro será vivir las semifinales de la Copa del Mundo sin la presencia de Brasil. De hecho, los tres últimos campeones han sido eliminados prematuramente (Italia en 2006, Brasil en 2002 ).
Pero aquí la pregunta es, ¿Qué ocasionó que Brasil quedara fuera? La respuesta desde mi punto de vista es simple. Buscaron cambiar un estilo que durante décadas les ha dado buenos resultados.
Brasil se caracteriza por un juego preciosista, por el famoso "Joga bonito", por el toque de balón, por divertirse mientras juegan, por sonreír, por la picardía de Romario, por las travesuras de Ronaldinho, en fin, por jugar los mundiales como si jugaran en el parque de la colonia. Desde la llegada de Dunga a la dirección técnica quedó claro que este Brasil sería distinto. Se le daría más peso a la disciplina, el orden táctico sería prioritario sobre la magia y sobre todo, los grandes nombres no tendrían un lugar asegurado. Se dejó fuera a "Dinho" y a muchas otras estrellas.
Sin duda, todas estas medidas fueron duramente criticadas.
A pesar de todo, a la "verdeamarella" le alcanzó para llegar a cuartos de final. Incluso, muchos especialistas los daban como favoritos para este mundial. En cuartos de final enfrentaron al primer gran rival en la competición, la selección holandesa, eterna animadora de las justas mundialistas.
El primer tiempo fue de un dominio abrumador por parte de Brasil. Al minuto 10 ya estaban al frente en el marcador, las llegadas eran continuas y parecía cuestión de tiempo para que llegara la goleada. Sin embargo, como lo hemos dicho muchas veces, el fútbol es de momentos y Brasil no supo aprovechar el suyo.
Al segundo tiempo, Holanda tuvo su momento y concretó en par de ocasiones. Después falló un sin fin de goles cantados y al final, terminaron sufriendo por gusto propio, pero el resultado fue una victoria muy merecida.
¿La morajela? Si algo te ha funcionado desde siempre, ¿para qué cambiarlo?
Pero aquí la pregunta es, ¿Qué ocasionó que Brasil quedara fuera? La respuesta desde mi punto de vista es simple. Buscaron cambiar un estilo que durante décadas les ha dado buenos resultados.
Brasil se caracteriza por un juego preciosista, por el famoso "Joga bonito", por el toque de balón, por divertirse mientras juegan, por sonreír, por la picardía de Romario, por las travesuras de Ronaldinho, en fin, por jugar los mundiales como si jugaran en el parque de la colonia. Desde la llegada de Dunga a la dirección técnica quedó claro que este Brasil sería distinto. Se le daría más peso a la disciplina, el orden táctico sería prioritario sobre la magia y sobre todo, los grandes nombres no tendrían un lugar asegurado. Se dejó fuera a "Dinho" y a muchas otras estrellas.
Sin duda, todas estas medidas fueron duramente criticadas.
A pesar de todo, a la "verdeamarella" le alcanzó para llegar a cuartos de final. Incluso, muchos especialistas los daban como favoritos para este mundial. En cuartos de final enfrentaron al primer gran rival en la competición, la selección holandesa, eterna animadora de las justas mundialistas.
El primer tiempo fue de un dominio abrumador por parte de Brasil. Al minuto 10 ya estaban al frente en el marcador, las llegadas eran continuas y parecía cuestión de tiempo para que llegara la goleada. Sin embargo, como lo hemos dicho muchas veces, el fútbol es de momentos y Brasil no supo aprovechar el suyo.
Al segundo tiempo, Holanda tuvo su momento y concretó en par de ocasiones. Después falló un sin fin de goles cantados y al final, terminaron sufriendo por gusto propio, pero el resultado fue una victoria muy merecida.
¿La morajela? Si algo te ha funcionado desde siempre, ¿para qué cambiarlo?
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