Nos ubicamos en la Serie Mundial de 1932. Se enfrentaban los Yankees de Nueva York y los Cachorros de Chicago. El juego tres se desarrollaba en el histórico Wrigley Field, construido en 1914 y el segundo más antiguo de las Grandes Ligas, sólo detrás del Fenway Park (1912) de Boston.
En ese año, la Serie Mundial sería ganada por los Yankees por barrida, pero no pasaría a la historia por eso. Sería el cuarto título de los Yankees quienes comenzaban a escribir su historia, pero no, tampoco pasaría a la historia por eso. En ese año, Babe Ruth, "El Bambino", escribiría una de las páginas más "peculiares" en su ilustre carrera.
Era el turno al bat de Babe Ruth. Lentamente se encaminaba al plato. Mientras lo hacía, y en un intento a todas luces fallido de perturbarlo, la banca de los Cachorros le gritaban y hacían mofa de él. El lanzador mandó una recta que Ruth dejó pasar. Se cantó el primer strike.
El estadio enloqueció. Los gritos contra el bateador fueron ensordecedores y la banca de Chicago aumentó el tono de sus burlas. Ruth los volteó a ver y levantó un dedo, en referencia a que sólo era un strike.... Vino el segundo lanzamiento, nuevamente una recta y el resultado fue el mismo, Babe Ruth la deja pasar y se decreta el segundo strike. 0-2 en la cuenta del "Bambino".
Los gritos del público y de la banca continuaron. Ruth levanto ahora 2 dedos, 2 strikes, y después, pasó lo inimaginable.
Volteó la vista hacia lo profundo del estadio, hacia los "bleechers". Estiró su brazo y apunto hacia la reja del jardín central. Algunos, los más escépticos dicen que en realidad señaló al pitcher, pero los testigos del partido relatan que sin duda, apuntaba a cierta sección de las gradas.
Llegó el siguiente lanzamiento y Ruth conectó la pelota, disparando un cuadrangular de 424 pies. La bola cayó justo en la zona en que había apuntado. El Bambino había predicho su cuadrangular y había escrito la más famosa anécdota en la historia de las Ligas Mayores.
En ese año, la Serie Mundial sería ganada por los Yankees por barrida, pero no pasaría a la historia por eso. Sería el cuarto título de los Yankees quienes comenzaban a escribir su historia, pero no, tampoco pasaría a la historia por eso. En ese año, Babe Ruth, "El Bambino", escribiría una de las páginas más "peculiares" en su ilustre carrera.
Era el turno al bat de Babe Ruth. Lentamente se encaminaba al plato. Mientras lo hacía, y en un intento a todas luces fallido de perturbarlo, la banca de los Cachorros le gritaban y hacían mofa de él. El lanzador mandó una recta que Ruth dejó pasar. Se cantó el primer strike.
El estadio enloqueció. Los gritos contra el bateador fueron ensordecedores y la banca de Chicago aumentó el tono de sus burlas. Ruth los volteó a ver y levantó un dedo, en referencia a que sólo era un strike.... Vino el segundo lanzamiento, nuevamente una recta y el resultado fue el mismo, Babe Ruth la deja pasar y se decreta el segundo strike. 0-2 en la cuenta del "Bambino".
Los gritos del público y de la banca continuaron. Ruth levanto ahora 2 dedos, 2 strikes, y después, pasó lo inimaginable.
Volteó la vista hacia lo profundo del estadio, hacia los "bleechers". Estiró su brazo y apunto hacia la reja del jardín central. Algunos, los más escépticos dicen que en realidad señaló al pitcher, pero los testigos del partido relatan que sin duda, apuntaba a cierta sección de las gradas.
Llegó el siguiente lanzamiento y Ruth conectó la pelota, disparando un cuadrangular de 424 pies. La bola cayó justo en la zona en que había apuntado. El Bambino había predicho su cuadrangular y había escrito la más famosa anécdota en la historia de las Ligas Mayores.
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