Hoy no se debe festejar. Es cierto, se logró el pase, pero haciendo sumas y restas. Podría sonar muy pesimista mis postura, pero calificar por diferencia de goles ya no es para nosotros.
Hoy México se mostró desarticulado, sin ideas, sin creatividad. Rafa Márquez estuvo carente de liderazgo, Torrado falló cualquier cantidad de pases, el ataque mexicano no generó peligro. En general, el Tri de hoy fue una caricatura de la Selección Mexicana que derrotó a Francia y a Italia.
Podrán tacharme de pesimista, pero la realidad es que si soñamos con ser un equipo grande, la exigencia debe de ser la de un equipo grande. No me imagino a Brasil o Argentina emocionados, tras un partido como el de hoy, por una clasificación matemática. No me emociona y no hay razón para festejar. Se pudo y se debió calificar como primeros de grupo y se desaprovechó la oportunidad.
Ahora, enfrentaremos a Argentina y si aspiramos ha hacer algo grande, debemos ser capaces de vencer al que sea. Argentina tiene la mejor delantera del torneo y es la mayor prueba que podemos tener. ¿México será capaz? Si, si lo es. El Tri actual es la mejor generación que se ha tenido, pero el problema sigue siendo el mismo de siempre. MENTALIDAD.
México se sigue viendo como un equipo chico. Se sigue pensando que ganarle a un "grande" es una hazaña y que podemos "dar la sorpresa". Cuando podamos acostumbrarnos a ganar, entonces daremos un salto de calidad. Mientras tanto, sigamos soñando con el quinto partido, quizá es lo más a lo que podamos aspirar.
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